El cuento de la Lechera

Pasito a paso, con pies de plomo. Mirar arriba hace perder de vista las piedras del camino.

Pasito a paso, sin hacer ruido. No sea que el Karma y la Fortuna reparen en tí en su partida a la ruleta rusa.

Pasito a paso, la vista al frente, sin pausa pero sin excusa. Si miras atrás te frustras.

Si miras atrás, tropiezas.

Si miras atrás, da la sensación que te alejas mientras avanzas...y te paras.

Y si te paras, comparas. y si comparas...la cagas.

Ya crecí, aunque no estiré. Y creo que estiré de más la suerte.

Ahora toca aguantar, ser fuerte, mentir.

Mentirme a mí el primero, porque si soy sincero, no estoy feliz.

Que no se trata de "serlo", porque estarlo ya es una victoria.

Pero palo tras palo, tras palo...solo hay sabor a sangre en la boca.

Y en mi memoria, los laureles parecen más verdes. Y en mi presente, estancarse parece una victoria.

Porque no es que todo vaya a peor, pero yo me hago mayor, el dinero se va, la grasa se acumula, salen canas y arrugas y miro atrás. Y no.

Así claro que no avanzo. Porque lo que antes era un colchón ahora es un reloj que hace que las paredes se estrechen, que la marea suba. Que no quede más que agarrarse a la ilusión.

¿Y si la culpa no es nuestra? ¿ Y si es la combinación de la expectativa y la ilusión? ¿Y si las ganas y poner corazón son insuficientes ante la experiencia y la imposición de la razón?

Que igual no me vuelvo loco, igual de ingenuo paso a cuerdo.

Que estoy cansado de pensar que ya no me queda nada por ver.

Que igual no es estar solo, es que estamos menos que ayer.

Que igual no la extraño a ella, sino el ideal que recuerdo.

Y así, nos ilusiona tener ilusión, aunque nos mate.

Porque significa que si duele, es porque seguimos vivos.

Porque si duele, amigo, significa que sentimos...

Porque si duele, nuestra partida aun no ha visto el Jaque mate.

Y si las nuevas "ella" no cumplieron con lo esperado, no es su culpa (ni la mía) sólo un giro de guión.

Y si consigo un salario sabrá amargo, porque probablemente fue al dejar mi vocación.

Y si quiero que me quieran , no pido tanto. Pido lo que doy.

Y si quiero estar contento, es lo normal. Pobre ambición.

En este cuento de la Lechera, puede que tropiece o no,

Me he ilusionado como ella. Me he derramado, como el jarrón.

Me quedan fuerzas para otro asalto, vuelta al establo, nueva ocasión.

Esperemos que a la vaca le quede leche...porque si no...

Season Finale

Al final de la temporada se descubre que cuando él estaba celoso e inseguro por la poca atención que recibía de ella mientras ella estaba de festival, ella follaba con su ex.

Mientras él era acusado de estar "jodiéndole las vacaciones" a ella. Ella follaba en aquel festival con su ex.

Al final de la temporada se descubre que cuando ella pedía una prórroga tras la ruptura...un "estancamiento" porque sin él no quería seguir y era incapaz de trabajar en condiciones porque le producía rechazo el contacto físico...solo quería tener cerca a alguien "bueno en la cama" o una cama en la que dormir, huyendo de su casa.

Al final de la temporada se descubre que esa exclusividad que se pedía y prometía a pesar de no ser pareja, no la guardaba. Que mientras él estaba en Barcelona y ella desde Valencia reclamaba que él no le hacía suficiente caso, ella estaba besándose y rozándose con más de dos en un concierto.

Al final de la temporada se descubre que mientras él perdía la fe en todo y se hundía, mientras ella reclamaba de él un nivel de cariño y atención que él no llegaba a dar por su propia pena...ella se reía de él con todos aquellos con los que se veía.

Al final, esa actitud tóxica de él de querer saber con quién hablaba ella cuando cogía el móvil...lamentablemente no fue lo suficientemente tóxica como para descubrir que (incluso con él al lado) ella planificaba citas con otros, se mofaba de él, lo criticaba.

Al final de la temporada los textos que ella le dedicaba en privado sólo eran patrañas; una manera de sujetarlo a su lado. La versión real era que "lo tengo cerca porque folla bien, pero no me da para más".

En el último capítulo ella publica en redes sociales toda una serie de actitudes negativas de él. Sin contextualizar, genérico, todo cierto.

Se descubre el pastel, las mentiras, las infidelidades. Se descubre que la falta de confianza mató la relación. Porque ella no ha hecho nada malo. Ella no era ya su pareja cuando ocurrió lo de Valencia. Hablar de exclusividad no era vinculante. Ella no es la mala. Ella tiene la conciencia tranquila.

Al final de la temporada el público desea que uno muera por pringao y la otra muera por hija de puta.
Pero yo voy a reescribir un final nuevo: Al final ella consigue ser feliz, con uno, con varios, con quien sea. Al final ella se da cuenta de lo que no ha hecho bien y decide buscar ayuda más allá de calor corporal ajeno. Al final decide no mentir más y desaparecer para siempre de las vidas de la gente a la que ha utilizado, engañado y tenido la desfachatez de hacer sentir culpable desde la hipocresía del que sabe que no lo está haciendo bien pero es tan egoísta que su beneficio propio está por encima de cualquier otra cosa.

Al final ella se redime. Al final él, con el tiempo, ni se acuerda de ella.

El Baúl

Mi cabeza es era un trastero. Llevo Llevaba a cuestas una mochila hasta arriba de equipaje.
Todo es necesario. Me acuerdo de todo. Pero no se si quiero.
Ojalá pudiera decir que es un síndrome de diógenes de bienes abstractos inútiles. Ojalá no tuviese que desear enterrar cosas que me dan dieron la vida.

Su olor
Su voz
Mi símbolo en su cuello.
Su abdomen
Su frío hasta que me robaba el calor.
La suavidad de sus hombros
Mi amistad con el pulpo...
Morder sus muñecas
Asfixiarme entre sus piernas.
Su carita de sueño
La cicatriz de su barbilla,
La suavidad de sus labios,
El piano de sus costillas.
Las promesas del futuro,
La expresión de su cara la primera vez que oyó sonar el Big Ben.
La primera vez que vio un dinosaurio de verdad.
Cada "mi vida" , cada "te amo" ,
Cada replay de Rise Against.
La manía de tumbarse sobre mí antes de dormir.
La manía de no querer despertar.
Los cereales rellenos, los petit suisse de melocotón, la tortilla de quesitos, las tortitas a deshora.
Mojarme con ella, luchando en la playa.
Mojarme de ella en la cama.
Su afán por hacerme sentir guapo,
Su exclusiva durante un año,
El sabor salado de su llanto, hacer el payaso y bebérmelo por oirla reír.
El "puloversito por si refrehca",
Repetir hasta la saciedad imitaciones pobres para que sonriese.
Las canciones de gritos,
Las críticas sinceras,
El orgullo que decía sentir cuando me veía en sociedad.
Las conversaciones entre polvo y polvo del principio.
La negligencia de aguantar sin dormir por esos besos de buenas noches que terminaban cuando el sol salía.
Su lencería
Sus gemidos, sus jadeos.
Sus emoticonos con caras tristes para pedirme atención.
Ese echarme de menos a la media hora de separarnos.
Su lista larga de cosas que le gustaban de mi,
Sus ganas de devorarme tras beber un mojito.
"Nos estamos poniendo un poco tontos"
"En mi vida me he enamorado dos veces...contándote a ti"
"Ya no me da miedo envejecer desde que pienso en tí jugando con nuestros críos"
El largo abrazo tras la separación y pelea de verano...con miedo a que fuera el último.
Y sus entradas...todas esas palabras que escribió para mí. Que eran parecían únicas e irrepetibles.
Creer que de verdad no sentiría lo mismo por nadie, que conmigo había tocado techo.

Todo eso...hoy tiene que ir a un baúl. He comprado candados y candados...le he dejado un hueco en el desván, porque no quiero que vayan al mar, y a veces quisiera verlos arder.  Al menos así darían calor. Pero no. Quedará en un rincón, porque cuando el tiempo pase y note el vacío y lo mire con cierta perspectiva...quizás pueda abrirlo y mirar todo sin romperme en pedazos. Quizás pueda volver a sonar el piano de Bruno Mars.

Bely Basarte - Diciembre y no estás.

When I was your man

¿Y yo quién era?

He intentado encontrarme en fotos, me he googleado, he preguntado por mí. No me encuentro.
He mirado en cada espejo y no encuentro mi versión guapa, porque esa era mi imagen reflejada en sus ojos.
Yo ya no recuerdo quién soy...porque me he quedado en una mitad. La mitad mala. La que no conoce otro concepto del bien que su piel y su voz. La que no entiende el mal rato que me está dando "quitarme un peso de encima".
Sé que estoy lejos de ser nadie, sé que soy algo más que nada. Pero no me distingo. Estoy borroso o estoy borracho, pero no puedo andar recto.
Quizás se me fue el tiempo y me he hecho viejo de repente. Confirmé que la ignorancia se parece a la felicidad y que amar es condenarse a saber que respirar duele...si pierdes la partida. Hay que saber perder y yo no se...quizás por competitivo, quizás por gilipollas...quizás en un tiempo piense distinto. Pero la partida se ha acabado. Y ya no quiero jugar en tu tablero pero no se jugar si no es con tus dados. Y tras una partida tan larga me sobrevino el sueño. Y al despertarme me olvidé de mí. Pero de tí no. De tí no se sale.



Ya verás

Tóxico

Tengo miedo.
Miedo de obtener respuestas. Miedo de encontrarlas antes de dejar de buscar.
Tengo miedo de que conocer los detalles no me sirva para mejorar.
Me da pánico la certeza y sin embargo la deseo para poder tener paz.
La deseo tanto como a ella y me da tanto pánico como volver a caer.
Me da miedo no poder ser consecuente con el alejamiento que prometí por lo mucho que me importa no tenerla en exclusiva,
No se si quiero que me la borren o tatuarme las marcas que un día me hizo.
No sé si quiero que mi puerta suene de nuevo y sea ella. No sé si quiero que me busque.
No sé si sus abrazos son igual de cómodos, si sus labios son igual de suaves o si sus gemidos son igual de sinceros ahora que los comparte con otros.
No se si sus noches son tan vacías como las mías, a pesar de que ella sí sea capaz de llenar la cama con otro.
No sé si me echa de menos. No sé si se arrepiente de algo. No sé si pretende que crea su versión...no sé si quiere que la olvide.

Siento rabia.
Rabia por que mis ganas de verla no superan el rencor que le guardo. Rabia por haber perdido.
Rabia porque otros dedos viajan por la espalda de un cuerpo que hace nada se proclamó como mío.
Rabia de que me digan que no fui sustituido y sin embargo mi hueco ahora lo ocupa más de uno.
Rabia porque ese daño se podría haber evitado si se hubiese parado a pensar en lo que ese gesto ha destruido.
¿Cómo coño asume uno que le quieren igualmente aunque sea otra persona quien se entierra entre sus piernas?
¿Cuál es el camino rápido? ¿Cuál es el camino recto? ¿Cuál es el luto correcto? ¿Donde entierro lo que es suyo?
Me enveneno con el tiempo. Ya no hay con quién luchar la guerra. Sólo esperar que se acabe, disparando al aire la poca munición que queda.
Porque claro que no le da igual, pero no le importa lo suficiente. Claro que me entiende, pero no como para evitar herirme. Claro que me espía, pero ya no tiene prisa por tenerme. No le tienta intentar aclarar nada.
Porque sabe que las decisiones que ha tomado han cambiado el juego. Que la quiero pero que quizás logre rechazarla. Y en ese caso, bueno... no vale la pena el esfuerzo de intentar conservar algo que horas después de mi marcha, pudo ver que no era nada.
Que mi cama está vacía, que está fría, que es enorme. Pero que hoy no quiero llenarla con cualquiera que no sea ella. Que ojalá con cada lágrima, me secara por dentro, ojalá tras cada lloro, me acercara a no extrañarla.